Con el progreso tecnológico, las aplicaciones y operaciones empresariales se vuelven cada vez más dinámicas. Se generan nuevas aplicaciones y operaciones prácticamente a diario, mientras que, al mismo ritmo, se eliminan y modifican otras. No obstante, las redes y los centros de datos tradicionales, basados en hardware, no cumplen con los requisitos de estos entornos dinámicos, ya que la infraestructura de hardware tradicional no puede adaptarse a la velocidad de las aplicaciones.
La solución más efectiva para abordar estas necesidades dinámicas ha sido la virtualización. De esta manera, la computación, el almacenamiento y la conmutación de redes se han virtualizado y se ofrecen como servicios virtuales. Sin embargo, estos elementos virtualizados no abarcan todos los componentes de un centro de datos. En las redes y centros de datos tradicionales, existen numerosos dispositivos que operan en las capas 3 a 7, como firewalls, enrutadores y balanceadores de carga, que son esenciales para la experiencia del cliente y la seguridad.
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